Lucca
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Mirándola desde lo alto la ciudad se nos presenta como una isla en la fértil llanura, rodeada por la corona de sus murallas.En su origen un asentamiento ligur, Lucca llegó a ser colonia romana en 180 a.C. y “municipium” en el 89 a.C, periodo durante el cual la ciudad conoció un momento de gran esplendor y de inmensa riqueza.

En el curso de los siglos XII y XIII , que marcan el ápice del florecimiento de Lucca, tuvo lugar una intensa actividad arquitectónica. Surgieron los principales edificios religiosos, como la catedral dedicada a San Martín, las iglesias de San Juan, San Miguel en Foro y San Fredián. La catedral fue construida en el S. XVI y conserva obras muy importantes como “El rostro Santo”, el célebre sarcófago de Ilaria del Carretto y una famosa pintura de Tintoretto, “La última cena”.

De las numerosísimas torres que como símbolo de prestigio se erguían sobre las casas luquesas quedan hoy muy pocas: la Torre de las Horas y la Torre Guinigi. Muchas fueron dañadas y posteriormente abatidas a causa de las ásperas discordias que agitaron la vida política interna de la ciudad.
Entre 1400 y 1500 se erigieron varios palacios monumentales inspirados en los modelos del Renacimiento florentino, como el Palacio Pretorio y el Palacio Ducal, que representaba y representa hoy día el corazón de la vida política de la ciudad.

la Plaza Napoleón, con su Palacio Ducal (hoy Palacio de la Provincia), marca el centro de la ciudad y con la Plaza Anfiteatro es uno de los espacios más sugestivos de Lucca.
Los que aman la música clásica tienen que visitar la casa del músico Giacomo Puccini, que aquí pasó un periodo de su infancia.

Las murallas de Lucca son otra característica destacada de la ciudad. La estructura actual está constituida por un parque muy verde sombreado por árboles seculares. Estos bastiones fueron transformados desde el comienzo del S. XIX por María Luisa de Borbón en un original paseo. Construidas de 1504 a 1645, tienen más de 4 km. de longitud y constituyen un interesante ejemplo de ingeniería militar del Renacimiento.
El centro comercial, lleno de tiendas, restaurantes y cafeterías coincide con Via Fillungo, calle muy elegante y atractiva.
Los que visitan Lucca no pueden perderse los exquisitos platos de su arte culinario y sobre todo sus postres típicos como el famoso « buccellato » (un pan dulce con pasas ») y la tarta de arroz.